ISLAM
En el Islam existen profecías irrefutables de la llegada de un ungido por Alá, quien será su mesías enviado para conducir a su pueblo, los musulmanes, a imponer la Sharia en todo el mundo. Levantará un gran ejército de fieles islámicos en pos de él; establecerá una confederación de naciones islámicas bajo el nombre de El Gran Califato; castigará a los infieles y a los apóstatas con su espada; recuperará los tesoros de los árabes arrebatados por los infieles; vencerá al gran Satán Occidental o el Poder Occidental; vencerá a Israel en una guerra de exterminio; subyugará pueblos y naciones hasta el último rincón de la tierra sometiéndolos a la confesión del Islam; aquellos que se le opongan sus cabezas serán separadas de su cuerpo.
Para que este mesías se entronice, debe precederle el caos mundial o regional, revueltas y revoluciones en muchos países; angustia y temor entre los moradores de la tierra.
Su reino será de justicia, paz y prosperidad y del desarrollo de la ciencia y tecnología.
Profecías: “El Mahdi aparecerá en momentos de desesperanza, surgirá para establecer la justicia en un mundo lleno de injusticia y tiranías. El será ayudado por combatientes y por el temor que dios infundirá en sus enemigos. Matará a todos los politeístas y a los ateos, solo dejará con vida a los monoteístas. Cada uno de sus compañeros tendrá la fuerza de cuarenta hombres y sus corazones serán como sólidas piezas de hierro, si pasasen sobre un monte de metal, lo conmoverían y no dejarán las armas hasta que hayan agradado a dios. No quedará sitio en la tierra sin que se haya plantado la bandera del Islam; conquistará el este y el oeste, y lo someterá a un único gobierno mundial”.
CRISTIANISMO
En el cristianismo también existen incuestionables profecías en el Nuevo Testamento, que proclaman el retorno de Jesús resucitado para el final de los tiempos, para enfrentar al anticristo y salvar al mundo de la destrucción vendrá con sus ángeles y los santos en un gran ejercito invencible. Su venida será en tiempos de angustia y gran tribulación, guerras, revoluciones y persecución de los cristianos.
Su reino será de justicia, paz y prosperidad y conocimiento de la verdad.
Profecías: “Entonces ví el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: El Verbo de Dios. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de Reyes y Señor de Señores”
JUDAÍSMO
En el Judaísmo también hay profecías inobjetables que apuntan hacia la llegada del Mesías anunciado por los profetas de La Torá. Este Mesías aparecerá en los últimos días a salvar a su pueblo Israel de la destrucción y elevarlo sobre todas las naciones del orbe. Será su venida en tiempos angustiosos para Israel, pero el Altísimo no se olvidará de su pueblo y enviará a su Ungido para someter y destruir a quienes buscan su destrucción. Poco se conoce sobre escritos de El, desde la perspectiva judía. Esto se debe a que El Judaísmo no es proselitista.
Su reino será de justicia, paz y prosperidad y conocimiento de la verdad
Profecías: ¡Ved aquí a vuestro Dios! He aquí que el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro…..En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de Israel; será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces, pero será tiempo de liberación de Israel…y he aquí con las nubes del cielo venía uno como hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”.
¡Cada creyente confíe en su mMMesías; pero sólo Uno prevalecerá!
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